martes, 15 de julio de 2014

Las margaritas

Las margaritas blancas simbolizan la amistad, la inocencia y la niñez. Una margarita blanca grande simboliza el olvido de todo lo pasado.

Dicen que el origen de estas flores está en una ninfa de los bosques en la que, según cuenta la mitología romana, se fijó el dios de los huertos, Vertumno, cuando ésta bailaba con sus compañeras por el bosque. Esta ninfa quería dejar de atraer al dios y por eso se transformó en la flore bellis, el nombre botánico de la margarita.

Se asocian al pudor y la simplicidad, algo característico de las doncellas victorias que cuando tenían el corazón roto y querían recuperar el amor de sus pretendientes crearon aquello que todos hemos hecho alguna vez de deshojar una margarita diciendo me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere. El último pétalo daba la respuesta. Otra cosa que hacían las doncellas era coger un manojo de margaritas con los ojos cerrados. Los años que les quedaban para casarse era el número de flores que habían cogido.

Las margaritas eran flores muy apreciadas por poetas y tenían poderes predictivos y hasta curativos, por lo que también los campesinos en el medievo las apreciaba. Decían que la primavera llegaba cuando uno de ellos pudiera poner el pie encima de doce margaritas, y soñar con ellas en verano o primavera significaba que llegaba algo bueno, y esto pasaba en otoño o en invierno traía malos augurios. Para calmar su dolor úlcera de estómago, el rey Enrique VIII comía margaritas y también se pensaba que beberlas machacadas y remojadas en vino durante quince días en pequeñas dosis podía llegar a curar la demencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario